Son los años 90 y cinco pringados dirigen un negocio ilegal en su instituto: venden trabajos y deberes a sus compañeros. La ventaja es que nadie sospecha nunca de los empollones. El negocio les reporta dinero y popularidad, pero las hormonas y una muerte inesperada amenazan con estropearlo todo. Si el negocio se acaba, su futuro y su amistad corren peligro.
Memo se ha suicidado. Álex estalla en clase: todos dicen estar tristes, pero nadie lo echará de menos. Llega el temido examen, pero las respuestas que vendió Tenoch ya no sirven. Están a punto de pegarle, pero el grupo interviene. Recordar a Memo vuelve a unirlos y se plantean reabrir el negocio. Animan a Álex para que hable con Rafa y los dos acaban besándose. El final es feliz pero incierto.