En una finca de aguacates llamada "Santa Catalina", viven Severiano del Monte y sus cinco hijos adoptivos. Severiano fallece y la vida de sus hijos cambia el día de la lectura del testamento, con la aparición inesperada de Sara, su hermana, de quien no sabían que existía.
Juan le asegura a Sara que su presencia le ha cambiado la vida, pero ella le pide no insistir para no sufrir ambos por amor. Julieta busca aliarse a Pedro.