En una finca de aguacates llamada "Santa Catalina", viven Severiano del Monte y sus cinco hijos adoptivos. Severiano fallece y la vida de sus hijos cambia el día de la lectura del testamento, con la aparición inesperada de Sara, su hermana, de quien no sabían que existía.
Sarah makes it clear to John that she could enter into a relationship with Peter; Mateo drinks again and Déborah confirms that Rosa was Severiano's lover.