Gregory House, el mejor médico del hospital, es un hombre antipático que está especializado en el diagnóstico de enfermedades. Su carácter extravagante, su rebeldía y su honradez con los pacientes y su equipo lo convierten en una persona única. Trata de evitar la relación con los pacientes, porque lo que le interesa por encima de todo es la investigación de las enfermedades. Es además adicto a los calmantes y a las series de hospitales.
Un condenado a muerte sufre un colapso causado por unas alucinaciones en las que aparece la gente a la que mató. A House le interesa el caso, a pesar de que sabe que a su paciente lo matarán igualmente. Al mismo tiempo Cameron se ve involucrada emocionalmente con una paciente con cáncer pulmonar.