Gregory House, el mejor médico del hospital, es un hombre antipático que está especializado en el diagnóstico de enfermedades. Su carácter extravagante, su rebeldía y su honradez con los pacientes y su equipo lo convierten en una persona única. Trata de evitar la relación con los pacientes, porque lo que le interesa por encima de todo es la investigación de las enfermedades. Es además adicto a los calmantes y a las series de hospitales.
Carnell Hall, que se acaba de licenciar en Princeton, celebra con su padre su graduación. Esa noche, en una fiesta de despedida con sus amigos de la universidad, Carnell bebe mucho y de repente empieza a sentir unos horribles shocks eléctricos a lo largo de su médula espinal.