Gregory House, el mejor médico del hospital, es un hombre antipático que está especializado en el diagnóstico de enfermedades. Su carácter extravagante, su rebeldía y su honradez con los pacientes y su equipo lo convierten en una persona única. Trata de evitar la relación con los pacientes, porque lo que le interesa por encima de todo es la investigación de las enfermedades. Es además adicto a los calmantes y a las series de hospitales.
House continúa con su lucha con Tritter, el policía que le persigue, ahora debe responder ante un tribunal, en el juicio por la acusación de tenencia de narcóticos y resistencia a la autoridad. Cuddy intenta convencer a House de que ya ha sido suficiente y que lo mejor es que se disculpe con Tritter. Por otra parte en el hospital, tienen que encargarse del caso de Derek Hoyt, un bombero que sufre altas temperaturas en su cuerpo y desorientaciones extremas. El equipo en un primer momento cree que se debe a un desequilibrio hormonal, pero el tratamiento que le ponen además de no conseguir que el paciente mejore, reacciona violentamente. Salvar al paciente en esta ocasión es más complicado de lo habitual, porque tanto House como su equipo, están más preocupado por saber cómo se resolverá el juicio que quizá haga perder el trabajo de House. En este capítulo House va a rehabilitación por cuenta propia.