La serie describe la vida de los Bundy, una familia disfuncional que vive en Chicago, Illinois, conformada por Al (Ed O'Neil), Peggy (Katey Sagal), Kelly (Christina Applegate), Bud (David Faustino) y Buck, su perro. Parodia de una típica familia norteamericana de los años 80: un marido al que poco le importaba su familia; la señora, una impulsiva compradora; la hija, que es el estereotipo de "rubia sexy y tonta"; y el hijo, un perdedor que busca ser atractivo. Posteriormente se unirían a la familia Seven, un hijo adoptado.
Al y Steve deciden darle un repaso al chaval que viene a buscar a Kelly y, dominados por un ataque de nostalgia, acaban por comprarle su coche: un Mustang del 65, el mismo modelo con el que ambos soñaron de adolescentes. El coche alterará de inmediato las vidas de ambas familias, ya que tanto Al como Steve dejan de inmediato todo lo que están haciendo para ponerse a restaurar el Mustang. Sin embargo, el coche de sus sueños guarda más de una sorpresa.