La serie describe la vida de los Bundy, una familia disfuncional que vive en Chicago, Illinois, conformada por Al (Ed O'Neil), Peggy (Katey Sagal), Kelly (Christina Applegate), Bud (David Faustino) y Buck, su perro. Parodia de una típica familia norteamericana de los años 80: un marido al que poco le importaba su familia; la señora, una impulsiva compradora; la hija, que es el estereotipo de "rubia sexy y tonta"; y el hijo, un perdedor que busca ser atractivo. Posteriormente se unirían a la familia Seven, un hijo adoptado.
Al promete a la familia que este año habrá regalos de Navidad gracias a los ahorros de una cuenta que ha abierto a propósito para tal fin. La imposibilidad de sacar el dinero del banco a última hora hace que Al se presente en casa con las manos vacías. La familia reacciona de la forma que les caracteriza y le dejan solo en casa.