Cuando acusan a un chico de 13 años del asesinato de una compañera de clase, su familia, su terapeuta y el inspector al mando se preguntan qué pasó realmente.
La policía derriba la puerta de la casa de los Miller para arrestar al adolescente Jamie y llevarlo a comisaría para interrogarlo, pero él insiste en que no ha hecho nada malo.
La policía busca respuestas (y el arma) en el colegio de Jamie. No consiguen ninguna pista de sus amigos, hasta que el hijo del inspector Bascombe se ofrece a ayudar.