Una película espectacular en lo visual y sonoro que nos transporta a un pueblo oculto en las selvas de Colombia.
Una historia simple pero divertida en la que la heroína va descubriendo poco a poco que no hace falta ser perfecto para ser feliz.
Tiene todos los ingredientes para que me encante (jeje) pero algo no me termina de hacer click del todo.
Quizá es que se queda un poco plana al faltarle un claro antagonista o quizá no se llega a profundizar mucho en algunos personajes.
En cualquier caso es una gran película para ver con la familia y la banda sonora y canciones de Lin-Manuel Miranda (como todo lo que hace este hombre) son sencillamente MARAVILLOSAS.