Un filme rodado en las ciudades de Shanghái y Xiamen y donde casi no participan actores profesionales, narra la historia de Facundo, cuyo padre tenía un almacén en el Buenos Aires de los ’90s que tuvo que cerrar por la proliferación de los supermercados chinos. Treinta años después, Facundo viaja al otro extremo del planeta con el objetivo de 'vengarse' abriendo el primer supermercado argentino en China.
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Ben Willis, estudiante de Bellas Artes, sufre de insomnio como consecuencia del abandono de su novia, Suzy. Para hacer más llevadera la vigilia, empieza a trabajar en el turno de noche del supermercado del barrio. Aquí conoce a gente de lo más variopinta que ha desarrollado su propia manera de hacer frente al aburrimiento de un turno de ocho horas. Ben se imagina a sí mismo parando el tiempo; de esta manera, es capaz de apreciar la belleza de un mundo congelado con la gente dentro, especialmente con Sharon, la cajera callada que quizás guarde el secreto para resolver el problema del insomnio de Ben.
Con 17 años y embarazada, Novalee Nation (Natalie Portman) nunca ha tenido un hogar de verdad. Lo más parecido a una familia que ha conocido nunca es su novio, Willy Jack, un egoísta aspirante a músico con el que viaja desde Tennessee a California en los oxidados restos de lo que en su día fue todo un Plymouth. Una parada en un centro comercial de Oklahoma cambiará la vida de Novalee para siempre. Porque cuando sale de esos almacenes, tras ir al servicio, descubre que Willy Jack y el coche han desaparecido, sustituidos por una cámara de fotos. Sola, y con menos de diez dólares en el bolsillo, Novalee decide instalarse a hurtadillas en los almacenes y toma prestada comida y todo lo que necesita de las estantería, pero llega el momento de dar a luz...
Ben Willis, estudiante de Bellas Artes, sufre de insomnio como consecuencia del abandono de su novia, Suzy. Para hacer más llevadera la vigilia, empieza a trabajar en el turno de noche del supermercado del barrio. Aquí conoce a gente de lo más variopinta que ha desarrollado su propia manera de hacer frente al aburrimiento de un turno de ocho horas. Ben se imagina a sí mismo parando el tiempo; de esta manera, es capaz de apreciar la belleza de un mundo congelado con la gente dentro, especialmente con Sharon, la cajera callada que quizás guarde el secreto para resolver el problema del insomnio de Ben.