Sílvia, sin su pareja ni el padre de su hija, intenta sobrevivir sola en el único mundo que conoce, rodeada de influencias y hábitos que dificultan su capacidad de ser madre. Mientras tanto, la niña, con una madre cada vez más distraída, tiene que levantarse sola si quiere desayunar y llegar puntual a la escuela todos los días.