TODA IMAGINACIÓN PROVIENE DE UNA MENTE BRILLANTE.
Hoy, que estoy escribiendo esto es uno de esos días en los que desearía ser cómo Jonás, aislarme de toda la realidad y vivir mi utopía, mi mundo perfecto, sin temores, sin problemas, dónde nada importa, nada más que tu felicidad (sustantivo cuya experiencia no soy capaz de contar), qué es lo más importante, y más en estos tiempos de mierda.
Los vecinos de Jonás responden mi pregunta: ¿por qué los fracasados intentan derrocar el potencial de los inteligentes o de los que tienen inquietudes? Eso me hace creer que aún hay personas servibles en el mundo. Personas como este vecino marginado y la chiquilla abandonada emocionalmente.
Idolatro a Jonás, por eso esta película me transmite más que esas vibras que me hacen esperar en la sala del cine hasta el último segundo de la película. Paz, entusiasmo por vivir y amor, sin embargo, su pasado le aterra, le entiendo. ¿Y Zaida? ¿Qué podemos decir de esta chiquilla? Una criatura que lo tenía todo solo teniendo a su difunta madre a su lado, el libro del principito en sus manos y esa extraña esfera que se agranda y que parece una constelación, ¿no? Bueno, eso es al menos lo que me pareció a mí. Ellos se han convertido en algo muy especial para mí, mis mejores amigos, son la esperanza y la empatía, dos términos que no son populares hoy en día, que se han quedado a mitad de camino, que nuestros antepasados lucharon por ellos y en vano han quedado.
Lucharé por revivir esas dos palabras, por personas como ese dúo, no los olvidaré, de hecho, me acompañarán en mis caminos, tanto en los oscuros como en los de color rosa, como nunca nadie lo ha hecho. Este mundo no me hará una mala persona.
RICARDO VALERO, JULIO 2023, ESPAÑA.