La película sigue a cuatro superhéroes enmascarados: Charge (Jason Trost), Cutthroat (Lucas Till), The Wall (Lee Valmassy) y Shadow (Sophie Merkley), quienes se ven despojados de sus poderes por su archienemigo (James Remar), a quien derrotaron años antes... o al menos eso pensaban. Cuando el villano pone a prueba a los héroes a través de una serie de brutales desafíos que son prácticamente imposibles de superar, tendrán que luchara contra el reloj, e incluso en uno contra el otro, en una carrera por evitar lo que podría significar la destrucción total. ¿Prevalecerán los superhéroes o se verán condenados a la desaparición y a ser simples seres humanos?
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En un futuro próximo. Una penitenciaría atestada de presos inspiró a los carceleros para crear un pasatiempo tan cruel como lucrativo. Presos capaces de todo, un público global hambriento de violencia televisada y un ruedo espectacular se unen en DEATH RACE. El tricampeón de velocidad Jensen Ames es todo un experto a la hora de sobrevivir en el desértico paisaje en el que se ha convertido el país. Cree haber cambiado de vida, pero el ex convicto es acusado de un terrible crimen que no ha cometido. La directora de Terminal Island le obliga a ponerse la máscara de Frankenstein, un favorito del público al que parece imposible matar, y le da dos opciones: competir o pudrirse en una celda. Con el rostro escondido detrás de la máscara metálica, el preso deberá sobrevivir a los tres días más terribles de su vida, enfrentándose a los peores criminales procedentes de las cárceles más duras del país si quiere salir libre.
Después de un ataque fallido contra el recluso y el legendario conductor Frankenstein, el especialista de Black Ops Connor Gibson (McGowan) se infiltra en una prisión federal de máxima seguridad con un objetivo: derrotar a Frankenstein. Connor recluta a Baltimore Bob (Glover) y Lists (Koehler) para luchar por su vida en este brutal mundo sin guardias, sin reglas y sin miedo
Death Race 2 tiene lugar en un futuro muy próximo, cuando la economía de Estados Unidos comienza a declinar y la delincuencia violenta inicia una espiral fuera de control. Para contener a la población penal, se crea una serie de cárceles privadas, gobernadas por bandas, asesinos a sangre fría y sociópatas. La peor de estas cárceles es Terminal Island, donde condenado por el asesinato de unos policías llega Carl Lucas, el que será el auténtico protagonista del último reality show de la Carrera de la Muerte. El ganador, si es que alguien logra sobrevivir, tiene como premio la libertad.
Condenado por asesinar policías, Carl Lucas -también conocido como Frankenstein- es el nuevo piloto estrella de Death Race, una carrera mortal en el que se juega salir libre de prisión junto a su equipo de mecánicos. Por ello Lucas se sumerge en un nuevo concurso más cruel que cualquier cosa que haya experimentado antes. Se enfrentará con los adversarios más despiadados en una carrera en el desierto de Kalahari en el Sur de África...
En el año 2017, el mundo se ha colapsado por culpa de una grave crisis económica. La primera potencia del planeta, los Estados Unidos de América, se hallan inmersos en el caos y el desconcierto. Para salir del atolladero, el gobierno inventa un videojuego que se emite por televisión y que logra altas cotas de audiencia. Consiste en soltar a varios convictos para que corran hacia la libertad mientras son perseguidos por auténticas máquinas de matar. Entre los participantes se encuentra Ben Richards (Arnold Schwarzenneger), dispuesto a aprovechar la oportunidad que le han ofrecido.
Cada semana, Kable, un reo condenado a muerte, lucha contra sus compañeros de prisión en un violento juego en línea llamado "Asesinos" en el que todos los movimientos son controlados de forma remota. Los jugadores, Kable y los otros reos son solamente personajes simulados, pero, para el grupo de resistencia que se opone al inventor del juego, Kable es un componente crítico de su plan para terminar con la esclavitud de tecnología del inventor.
Cinco cazadores de élite pagan para cazar a un hombre en una isla desierta. A medida que avanza la cacería, los cazadores se convierten en presa de su presa que demuestra un nivel de supervivencia desconocido.
David Lord (Kellan Lutz) se ve obligado a formar parte de un salvaje mundo de modernos gladiadores donde hombres secuestrados luchan a muerte en pos del entretenimiento de las masas que ven un programa de televisión.
Cincuenta desconocidos se despiertan encarcelados juntos dentro de una cámara misteriosa formando un círculo. En tiempo real, deben identificar a sus captores y decidir cuál de ellos merece sobrevivir, en un juego macabro que nadie sabe cómo puede terminar.
Federico tiene el don de arrebatarle la suerte a los que le rodean. Trabaja gafando a los jugadores en racha en un Casino edificado en un desierto de lava, propiedad de Sam, un superviviente del holocausto judío. Retando a Sam, Federico es expulsado del paraíso y su don es anulado por Sam. Años más tarde Federico cree haber encontrado en Tomás, único superviviente de un accidente aéreo, el instrumento de su venganza para volver al Casino y retar al Dios del Azar con un muchacho tan poderoso como él, al que enseñará cómo controlar la fortuna. Aquí comenzará un viaje iniciático en el que ambos tendrán que cumplir un circuito de pruebas a cual más extraña, apostando la suerte de los demás. Todo irá bien hasta que una policía obsesionada con la muerte de su familia en un accidente de coche, persigue a Tomás y Federico con la intención de descubrir la realidad de esta red de juegos clandestinos, en los que la muerte y la suerte se confunden. En los que uno solo puede salir intacto...