Cuando el 2% de la población mundial desaparece de forma literal y abrupta, sin explicación alguna, quedando sólo sus ropas en el sitio en el que sus cuerpos se evaporaron, el resto de la población de la Tierra comienza a intentar comprender lo que ha pasado, y sobre todo lo que se supone que deben hacer al respecto. Uno de estas personas es el jefe de la policía de un pequeño suburbio de Nueva York, padre de dos hijos, que trata de mantener cierta apariencia de normalidad.
El pastor Matt Jamison no quiere que la gente vea a los desaparecidos como héroes. Se enfrenta a amenazas de muerte y a una disminución en la asistencia a sus sermones. Además, se sorprende al saber que puede perder su iglesia por deudas.