**Excesos y suciedad**
Hasta la fecha era inconcebible para mí una tragicomedia negra americana setentera sin un solo acontecimiento violento explícito ni una sola escena de sexo.
Pues he aquí _La Gran Estafa Americana_. Y aún así, el ritmo no decae ni un solo minuto. Este guión es tan sólido que ni siquiera un director de segunda fila se lo carga.
Es más, Russell lo resuelve con gran acierto y consigue que todo se entienda. No se oye ni un solo disparo, y la tensión sexual es casi subliminal.
Esta es, pues, una cinta muy curiosa y muy acertada, al estilo de Scorsese o Soderbergh, pero sin el impacto visual y la maestría de éstos últimos, sin ese estilo personal que la convertiría en un clásico.