Durante una patrulla nocturna de rutina, los dos descubren un poderoso artefacto, una varita mágica que se creía destruida pero que en cambio está en posesión de Tikka, un joven elfo. La varita es tan poderosa que mataría a cualquier humano que intentara usarla. Fue creado por la antigua bruja elfa Leilah, quien naturalmente quiere recuperar la posesión de la misma, para llevar a cabo proyectos revolucionarios.