Esteban Espinosa (Ricardo Darín) es un hombre honrado, aunque taciturno y hosco. Es un taxidermista que, aislado en su taller, dedica el tiempo a dar apariencia de vida a la materia muerta. Pero, detrás de sus ojos fríos, arde un deseo oculto, una extraña obsesión en un hombre honrado: durante los últimos años, una y otra vez, ha imaginado y planeado los golpes más perfectos y brillantes, fruto de una inteligencia que, según él, lo diferencia de los demás. Lo que ocurre fuera de su taller: la lucha de “tontos contra tontos”, policías y ladrones no tiene nada que ver con él.
El robo de una casa señorial toma un giro malvado una noche cuando los dueños de la casa atrapan a una banda de jóvenes ladrones y luego los persiguen por la propiedad para el entretenimiento del propietario.
Mientras en un escape del fin de semana corto, Louise pega un tiro a un hombre que había tratado de violar a Thelma. Debido a las circunstancias incriminatorias, hacen una carrera a ello y así una persecución a campo traviesa sigue para los dos fugitivos. A lo largo del camino, ambas mujeres descubren de nuevo la fuerza de su amistad y aspectos sorprendentes de sus personalidades y autofuerzas en los tiempos difíciles.
Finales de los años 60, siete desconocidos, cada uno con su propio secreto, se reúnen en El Royale, un ruinoso hotel con un oscuro pasado. En el transcurso de una fatídica noche, todos tendrán su oportunidad de redención… antes de que todo se vaya al infierno.
Dos amantes disponen tan sólo de unos minutos para cambiar el curso de sus vidas. Lola recibe una llamada desesperada de su novio Manni, que acaba de perder una pequeña fortuna que pertenece a un jefe de la mafia para el que trabaja. Si Lola no consigue el dinero en veinte minutos, Manni sufrirá las consecuencias.
Jack Manfred, un aspirante a escritor con problemas económicos, decide aceptar un trabajo de croupier para salir adelante. Lo malo es que en el casino entabla relación con una empleada que lo arrastra por caminos peligrosos.
Harold Shand, un gángster inglés bien establecido, está a punto de cerrar un lucrativo negocio con la mafia estadounidense. Pero cuando una serie de bombas empiezan a estallar en distintos puntos de Londres, todo parece ir mal. Amigos y miembros de su banda van muriendo a la vez que la relativa calma de los últimos diez años se rompe en mil pedazos. Un misterioso sindicato intenta involucrarle por lo que Harold tendrá que averiguar quiénes son y qué es lo que quieren pero por el camino dejará un rastro sangriento en su recorrido hacia la verdad.
Una abogada agnóstica defiende a un sacerdote acusado de un homicidio por negligencia durante el exorcismo de una estudiante llamada Emily Rose, desencadenando un juicio legal que cuestiona la línea entre lo sobrenatural y lo científico.
Thelma no es una chica normal. Desesperada, le pregunta insistentemente a Dios por qué la ha hecho así. Sus padres tampoco son de gran ayuda, sino dos personas misteriosas que se muestran tranquilas ante los poderes que muestra su hija, que, cada vez que siente algo, causa desastres. Cuando Thelma inicie una relación con una compañera, las emociones propias del amor harán estragos.
Mientras planifica su próximo golpe, Doug MacRay, un atracador de bancos de Boston, tiene que esforzarse por controlar sus sentimientos por Claire, la directora de uno de los bancos que atracó. Al mismo tiempo, intenta esquivar al agente del FBI que le sigue los pasos.
Retenidos en una sala de interrogatorios de Los Ángeles, Verbal Kint intenta convencer a los federales de que un señor del crimen mítico, Keyser Soze, no solo existe, sino que también fue responsable de atraer a él y a sus cuatro socios a un robo de varios millones de dólares que terminó con una explosión en el puerto de San Pedro - dejando pocos sobrevivientes. Verbal reúne a sus interrogadores con una historia increíble de la destreza casi sobrenatural del señor del crimen.