The Second World War is a subject that has been explored in film numerous times. Despite this, Hollywood keeps revisiting the era, with 2019’s remake of ‘Midway’ being the most recent example. Directed by Roland Emmerich, ‘Midway’ features plenty of action and special effects, but ultimately fails to stand out from the crowd. Woody Harrelson gives a noteworthy performance as Admiral Nimitz, but the rest of the cast is largely disposable. Dennis Quaid and Aaron Eckhart have minor roles, but their presence is appreciated. All in all, ‘Midway’ is far from a groundbreaking war movie, and viewers may be better off watching ‘Pearl Harbor’ instead.
___________________
La Segunda Guerra Mundial es un tema que ha sido explorado en numerosas ocasiones en el cine. A pesar de esto, Hollywood sigue revisando la era, siendo la nueva versión de 2019 de 'Midway' el ejemplo más reciente. Dirigida por Roland Emmerich, 'Midway' presenta mucha acción y efectos especiales, pero al final no logra destacar entre la multitud. Woody Harrelson ofrece una actuación notable como el almirante Nimitz, pero el resto del elenco es en gran medida desechable. Dennis Quaid y Aaron Eckhart tienen papeles menores, pero se agradece su presencia. Con todo, 'Midway' está lejos de ser una película de guerra innovadora, y es mejor que los espectadores vean 'Pearl Harbor'.
**Del "aclamado director..."**
A ver, no nos engañemos, ya sabíamos qué podíamos esperar en verdad del realizador más mediocre del cine comercial contemporáneo, que deja tras de sí una retahíla de potingues tales como _Independence Day Contraataque_ (de nervios), _Asalto al Poder_ (un atraco más que un asalto), _El Día de Mañana_ (será otro día), _El Patriota_ (esa le pega), o _Stargate_ (puerta al olvido), por nombrar solo algunas (casi todas) de sus empanadas entusiásticas insípidas y vacías.
Seamos francos, Emmerich no tiene ni puta idea de hacer cine, solo escoge un leitmotiv para marcar un inicio y seleccionar un final. Y en el medio no hay nada. Solo mera prepotencia técnica, una reiteración epiléptica de efectos especiales, y personajes tan mal escritos y despersonalizados que solo son un decorado más frente al croma desgastado por la vulgaridad.
En _Midway_ Emmerich no solo ha conseguido marear la perdiz con un desarrollo confuso y extravagante (por favor revísese _La Batalla de Midway_ [Jack Smight, 1976] que, sin ser una obra maestra, aporta al menos documentación inteligible del evento real), sino que lo ha hecho creyendo que una especie de spinof de _Pearl Harbor_ (2001), del “aclamado director” Michael Bay (otro que tal), aportaría interés y continuidad a un hecho histórico apasionado y edulcorado por Hollywood hasta la náusea.
_Midway_ carece, por lo tanto, del más mínimo interés cinematográfico, es puro espectáculo pirotécnico para sentarse en casa en tiempos de gripe, con la esperanza de que todo esto acabe cuanto antes.