Impugnando la perorata del conservadurismo, sus olvidos y sus dioses, la película recupera la tradición como condición vital de la música sevillana actual; sus cruces venturosos y sus rupturas, con la joven Rosalía como cierre emocionante en una ciudad inacabable.
De nuevo Saura analiza los diversos géneros del arte flamenco en una película que permite a los espectadores de todo el mundo disfrutar de este arte, a través de músicas, bailes y cantes de incomparable belleza.