Javi, Seba y Leche son tres amigos que se pasan el día sin nada que hacer. Reacios a trabajar, a estudiar o a comprometerse, su diversión consiste en juntarse en el barrio a fumar, tomar cerveza y criticar esperando el próximo domingo.
El filme nos cuenta la historia de Jacobo Kaplan, un veterano judío que tras la Segunda Guerra Mundial huyó a Sudamérica. Descontento con su nuevo rabino, su comunidad, su familia y en general su vida, y temeroso de morir y no ser recordado, Jacobo, de casi 80 años, decide, con la ayuda de un policía retirado llamado Wilson Contreras, dar un giro a su vida. Se embarcará en una aventura singular: capturar a un viejo alemán propietario de un restaurante, del cual está convencido de que es un antiguo oficial nazi. Su objetivo es secuestrarlo y llevarlo a Israel. De este modo, recuperará el orgullo, la dignidad, y el prestigio de toda su comunidad, dando lugar a una historia repleta de momentos y personajes curiosos. Una historia en la que Jacobo quiere ser recordado para siempre...
Es el año 1988 y el Papa Juan Pablo II va a visitar Melo, una pobre comunidad fronteriza de Uruguay. El Pontífice empezará su gira por Latinoamérica en esta pequeña ciudad en la que se espera a más de 50.000 visitantes. Los más modestos están convencidos de que esta visita será milagrosa para el alma y la cartera; mucho creen que vendiéndole comida y bebida a esa multitud se harán casi ricos. Pero Beto tiene una idea mejor: construirá unas letrinas delante de su casa y las alquilará.
Un poderoso estudio de Hollywood ha comprado para su próxima película una histórica locomotora uruguaya del siglo XIX. Aunque la noticia es motivo de orgullo para muchos uruguayos, no es bien recibida por los veteranos miembros de la Asociación Amigos del Riel. Decididos a boicotear el traslado de la locomotora a Estados Unidos, tres de ellos y un niño, movidos por la consigna ""El patrimonio no se vende", secuestran la máquina y se lanzan a recorrer las abandonadas vías del interior del país perseguidos por las autoridades. Pero también encuentran la solidaridad de los pueblos que, aislados y abandonados por la falta de un medio de transporte que dejó de funcionar hace tiempo, ven en ellos una luz de esperanza.