**Ideal para perderse en él**
Shyamalan está convencido de que tiene el talento visual de Tim Burton y se atreve, una vez más, con una cinta de pretencioso suspense psicológico y total ausencia de ritmo.
De verdad cree que las secuencias en cámara lenta, los susurros furtivos entre los personajes y los acordes sonoros potentes son el contrapunto ideal a la falta de carisma y atractivo narrativo.
La historia es aburrida y no consigue esa impronta de cine inquietante que quiere transmitir. No se trata de un drama rural ni de una cinta de terror, es un simple sinsentido pseudo poético y naif.
Lo único que llama la atención es el gran reparto que incluye a la Teniente Rippley... perdón, a Sigourney Weaver. Pero es que ni siquiera contratando a actores de verdad esto se levanta. Me aburre mucho este realizador. Y nunca me transmite nada.