Para poner orden en el viaje de su hija con sus compañeros de clase, un padre protector y su carismática suegra se aparecen allí sin que nadie los haya invitado.
Todos los miembros de la familia Portokalos están preocupados por Toula (Nia Vardalos). A sus treinta años sigue soltera y trabaja en el restaurante griego de sus padres. Pero es que Toula aspira a algo más y está dispuesta a conseguirlo; su familia, por desgracia, no. Lo único que necesitaba Toula para cambiar su vida eran unas cuantas clases de informática, un par de lentillas y adoptar otra actitud. Cuando empieza a trabajar en la agencia de viajes de su tía, un apuesto desconocido se siente atraído por ella. Es Ian Miller (John Corbett), un profesor de instituto alto, guapo y sin una gota de sangre griega.
El gendarme Cruchot trabaja en una operación para castigar a automovilistas imprudentes. Un buen día se enamora perdidamente de Josefa, la viuda de un coronel de gendarmes. Cruchot y Josefa empezarán a verse a escondidas y esto no le sentará muy bien a Nicole, la hija de Cruchot. Poco a poco las relaciones entre las dos mujeres se irán estabilizando pero Cruchot parecerá más preocupado por el ascenso que se debate entre Gerber y él.
Es víspera de Navidad y Gus, un ladrón profesional, está por pasar la peor de las noches. Huyendo de la policía, ha tomado por rehenes a Caroline y Lloyd Chasseur, el matrimonio más nefasto que se haya conocido. Nada hacen mejor Caroline y Lloyd que pelearse uno con el otro, sin importar que un delincuente esté presente. Al borde de la locura, Gus tendrá que asumir el papel de árbitro y ayudar a la pareja a reconciliarse, como único modo de escapar vivo -y cuerdo- del lugar.
Tras el suicidio de su joven esposa Liza, un diseñador de páginas web de éxito se encuentra abatido y confuso. Intentando encontrar sentido a lo que ha pasado, e incapaz de abrir la carta de suicidio de su mujer, se consuela "colocándose" oliendo gasolina e intentando evadirse con su afición al aeromodelismo, incapaz de aceptar la ayuda de su suegra.
A sus 35 años, Alex trabaja probando los nuevos juegos de la empresa Brainasium. Es el más veterano entre sus compañeros, pero también es el mejor. Cuando le echan de su apartamento por impago (su compañero se ha gastado el dinero del alquiler en los “masajes terapéuticos” de Madame Wu’s Filipino Palace), Alex intenta instalarse en casa de su “camello”, pero éste se ha comprado un “león guardián” y no puede alojarle. Finalmente no le quedará más remedio que instalarse en casa de su adorable y encantadora abuela y sus octogenarias amigas. A sus compañeros de curro les hace creer que vive con tres jovencitas que están buenísimas para que no descubran la “vergonzosa” verdad. Pero las “abuelitas” son de armas tomar, y acabarán metidas en todas las juergas de Alex, en las que se mezclan alcohol, karaoke, hierba, un hechicero vudú, un mono karateka, tías buenas a porrillo y gamberradas para todos los gustos.
Billi es una mujer, de nacionalidad chino-americana, que regresa a su país natal cuando se entera de que su abuela padece un cáncer terminal. Las cosas no mejoran cuando esta se da cuenta de que su familia le había ocultado la enfermedad a la anciana, programando una falsa boda para reunirse antes de morir.
Versión cinematográfica de “Absolutely Fabulous”, serie producida de 1992 a 1995, que presentaba las desventuras de Edina y Patsy, dos amigas inmaduras, fumadoras empedernidas, alcohólicas y adictas a cualquier tidpo de droga, que llegaron en la edad media, pero se niega a envejecer. En la comedia escrita por Jennifer Saunders, las dos amigas continúan buscando los placeres de la vida. Sin embargo, durante una fiesta en un yate, accidentalmente matan a la modelo Kate Moss. Huyendo de las autoridades, las dos deciden esconderse en la Riviera Francesa.
Sarah es una joven cuya vida es un desastre. Lo último que necesita es tener que cuidar a un animal, pero su abuela le deja como legado a su travieso perro Patrick.
Una joven escritora en busca de inspiración despierta mágicamente atrapada en el cuerpo de una mujer de 70 años. Experimentará por primera vez la libertad de ser quien es sin los miedos de la juventud.