Es difícil empezar a decir algo sobre está serie sin caer en adjetivos superlativos.
Desde el principio te agarra el corazón y te lo tiene allí: bien apretándolo, bien dejándolo latir por su cuenta, bien acariciándolo, bien dejándolo morir un poco para resucitarlo luego.
Es una pequeña obra de arte. De las que hace mucho no se ven en la TV.
Bien escrita. Bien filmada. Mejor actuada.
Y la BSO llevando el ritmo todo el tiempo.
No sé si habrá más temporadas. En caso de que no, con una sola bastará para volver a verla año tras año y mirar entre sus múltiples capas. Cómo si pelasemos una cebolla que nos hace llorar inevitablemente.