Un agente de la policía de narcóticos (Heston) llega a la frontera mexicana con su esposa justo en el momento en que explota una bomba. Inmediatamente se hace cargo de la investigación contando con la colaboración de Quinlan (Welles), el jefe de la policía local, muy conocido en la zona por sus métodos expeditivos y poco ortodoxos. Una lucha feroz se desata entre los dos hombres, pues cada uno de ellos tiene pruebas contra el otro.
En un momento crucial de su vida financiera, Gondo, un hombre de negocios, recibe la noticia de que su hijo ha sido secuestrado, y el rescate exigido es una cantidad de dinero similar a la que necesita para cerrar una importante negociación. Gondo está dispuesto a pagar el rescate hasta que comprende que los secuestradores se han equivocado y se han llevado al hijo del chófer. Ahora deberá decidir si el dinero es más importante que la vida del niño.