Un grupo de adolescentes invoca por accidente una presencia paranormal mientras disfrutan de un fin de semana en el desierto de Joshua Tree. El monstruo imita su apariencia, se esconde entre ellos y busca separarlos entre sí en grupos de cinco para completar su ritual mortal.
Catherine Deane es una psicoterapeuta que aplica un revolucionario tratamiento que le permite literalmente introducir su mente en la de sus pacientes. Sus experiencias con este método experimentan un peligroso giro cuando un agente del FBI le pide que se introduzca en la mente de un asesino en serie, que, tras haber secuestrado a una mujer, se encuentra en estado de coma. Si no consiguen averiguar dónde está la mujer, su vida corre un gran peligro.
Sam intenta encontrar clientes en el desierto de Mojave. Sin embargo, no hay nadie, y ni siquiera su mujer contesta a los mensajes. Completamente solo, al borde de la paranoia, Sam se refugia en la compañía de un programa de radio, en el que los oyentes alertan sobre un asesino de niños. Pero la gente comienza a reaparecer y persiguen a Sam, como si él fuese el homicida.
El científico Eddie Jessup (William Hurt) cree que hay otros estados de conciencia que son tan reales como la vida cotidiana. Utilizando la privación sensorial y añadiendo medicamentos potentes y alucinógenos, investiga estos estados alterados y soporta experiencias que hacen que la locura parezca una bendición.
Cualquiera pensaría que para hacer una buena película de horror no se necesita mucho puesto que ya las piezas han sido expuestas y solo hay que reorganizarlas para hacer algo “diferente”. El posible problema se vuelve una lamentable realidad cuando decidimos ver una película esperando ver algo diferente, y vemos cierto potencial y nos emocionamos. Pero un par de sustos no es suficiente. Pareciera que hoy en día se deben usar los extremos para lograr efectividad. Si es muy absurda, ni siquiera nos enfocamos en la calidad, solo disfrutamos. Y si es seria, el ambiente creado debe estar alineado con una historia al menos interesante. Pero ¿qué pasa cuando todo se queda en el medio?
Año 2022. En una futura sociedad distópica, el régimen político, llamado Nueva Fundación de los padres de América, ha implantado una medida catárquica ante la violencia campante y las cárceles saturadas: la "purga anual", según la cual una noche al año se puede cometer cualquier clase de crimen, incluso el asesinato, sin tener que responder ante la justicia. La violencia se desata durante esas 12 horas, y los individuos se desfogan, imperando la calma el resto del año. Horas antes de que comience la purga anual, el vendedor de sistemas de seguridad James Sandin regresa a su casa en un lujoso suburbio de Los Angeles junto a su esposa María y sus dos hijos, Zoey y Charlie. Lo que no contaba esa famillia es que poco tiempo después de comenzar la noche un extraño llame a la puerta.
Sam (Corey Haim) y Michael Emerson (Jason Patric) son dos chicos americanos muy convencionales. Tras el divorcio de sus padres, se instalan con su madre en la tranquila ciudad de Santa Carla (California), donde corren rumores sobre vampiros. La personalidad de Michael cambia sensiblemente cuando empieza a ir con una banda de moteros cuyo líder es el carismático David (Kiefer Sutherland). A su madre no le gustaría nada saber en qué se está convirtiendo.
Veinte años después de ser acosada por un psicópata, Laurie Strode vive apartada en una pequeña ciudad con el recuerdo permanente de aquella pesadilla. Tiene un hijo de 17 años, trabaja como jefa de estudios en una escuela privada y la fiesta de Halloween está a punto de celebrarse una vez más.
En la pequeña localidad de Antonio Bay, una fuerza terrorífica y malévola, oculta en una niebla espesa y mortífera, aterroriza a los vecinos del lugar. Envuelto en la bruma se esconde un espeluznante misterio que busca una venganza despiadada, un misterio que los habitantes de la población deberán desvelar antes de que sea demasiado tarde.
Mientras se recupera de un accidente de tráfico, Edward Malus (Nicolas Cage) recibe una carta en la que Willow, la novia que lo abandonó hace años sin darle ninguna explicación, le pide ayuda para encontrar a su hija que ha desaparecido misteriosamente. Edward se desplaza hasta la isla privada donde Willow forma parte de una tenebrosa comunidad pagana que realiza extraños ritos. Remake de un film británico de culto del año 1973, dirigido por Robin Hardy.