Un científico obsesivo y una naturalista descubren a un hombre que ha nacido y se ha criado en estado salvaje. Mientras el científico intenta educarlo, su amante lucha por preservar los instintos simiescos del hombre, porque según ella, representan la libertad. En medio de esta lucha por el poder, surge un insólito triángulo amoroso.
Finbar McBride odia ser el centro de atención de los demás, pero pasar inadvertido midiendo menos de uno treinta y cinco es poco menos que imposible. Finbar, que nació aquejado de raquitismo, desearía llevar una vida de aislamiento, disfrutando de su única pasión: los trenes. Por ello, se instala en una estación de tren abandonada de New Jersey, pero poco a poco, y sin quererlo, se va relacionando con sus escasos vecinos. Olivia Harris es una artista que lucha por superar la reciente muerte de su hijo y la ruptura de su matrimonio. El cercano puesto de perritos calientes lo lleva Joe Oramas, que tiene talento para la cocina y unas ganas insaciables de conversar. Inesperados lazos de afecto y entrega van uniendo a estos tres marginados, quedando de manifiesto que incluso el aislamiento es mejor cuando se comparte.
Tanto Gi Taek como su familia están sin trabajo. Cuando su hijo mayor, Gi Woo, empieza a recibir clases particulares en casa de Park, las dos familias, que tienen mucho en común pese a pertenecer a dos mundos totalmente distintos, comienzan una interrelación de resultados impresivibles.
Rachel Chu es profesora de economía en la Universidad de Nueva York, allí conoce a Nick Young -profesor de historia- y se enamoran. Ambos tienen que viajar a la ciudad natal de Nick, Singapur, para asistir a la boda de su mejor amigo. Es allí cuando Rachel descubre que su novio pertenece a una de las familias más ricas de Asia y que todas las solteras de clase alta están increíblemente celosas de ella. La joven tendrá que enfrentarse a todas ellas y demostrar a la familia de su novio que ella también es digna de estar con él.