**Siempre a rebufo de Apple**
Este genio de la era moderna, altivo, crápula y prepotente, fue el responsable máximo de que yo esté aquí y ahora escribiendo esta modesta crítica desde mi iPad Air, una obra de ingeniería impensable hace tan sólo 15 años. Mientras, el resto del mundo va a rebufo: LG, Samsung, Huawei... haciendo lo que pueden. Y Microsoft, Nokia... desaparecidos en combate.
Steve Jobs iba tan rápido que se adelantó décadas al resto. Y nos sirvió en bandeja el futuro. Pero el genio nos abandonó, quizás víctima de su propia hiel y obsesivo comportamiento. El genio suele ser enfermizo. Y el cuerpo se lo cobra.
La cinta no aporta mucho más que el famoso telefilm _Piratas de Silicon Valley_ de Martyn Burke (1999). Lo que queda claro es que Steve Jobs dedicó su corta vida a generar futuro. El nuestro. Pero él se quedó sin.
Echo de menos la intrincada relación que tuvo con Bill Gates que, por cierto, salvó a Apple de la bancarrota y aquí no se cuenta. Me sobran las interminables escenas de su pandilla poniéndose ciegos de LSD. No aportan nada. Y me gusta mucho cómo Kutcher adopta las características físicas de Jobs.
Cuando Gates desaparezca algún día (Dios le dé larga vida), tal vez sabremos la verdad acerca del momento tecnológico más revolucionario de nuestra historia. Aquí faltan datos. Y nadie se atreve a desvelarlos aún.