(ESPAÑOL) Mañana empieza todo es un remake francés de la película mexicana No se aceptan devoluciones, y aunque sigue el mismo esquema argumental, logra tener una identidad propia gracias, principalmente, a la carismática actuación de Omar Sy. La historia se centra en Samuel, un hombre despreocupado y algo inmaduro que ve su vida completamente transformada cuando una expareja le deja a su cargo a una hija pequeña, Gloria. La trama explora cómo este inesperado vínculo entre padre e hija evoluciona a lo largo de los años, mostrando tanto los momentos más divertidos como los más emotivos de su relación.
La película está construida para emocionar al espectador. Desde sus primeras escenas se percibe una intención muy clara de buscar la lágrima fácil, una estrategia que divide opiniones: mientras que algunos pueden encontrar la historia conmovedora, otros pueden considerar que recurre a recursos sentimentales demasiado evidentes y a veces manipuladores. Hugo Gélin intenta equilibrar humor y drama en una fórmula que resulta efectiva en algunos momentos, aunque previsible en muchos otros.
Uno de los puntos fuertes del film es la química que existe entre Omar Sy y la joven actriz Gloria Colston. Ambos logran transmitir una relación auténtica y cercana, y sus escenas juntos son las que mejor funcionan. Omar Sy brilla especialmente en los momentos más emotivos, y consigue que el espectador se encariñe con su personaje pese a lo estereotipado que pueda parecer. Por otro lado, Gloria Colston aporta frescura y naturalidad, evitando caer en los clichés habituales de los niños actores.
El guion, sin embargo, no escapa de los lugares comunes y se apoya demasiado en fórmulas conocidas. La película parece diseñada para seguir un manual que dicta cuándo reír, cuándo llorar y cuándo emocionarse. Esto resta espontaneidad a la historia y deja la sensación de que todo está demasiado calculado para impactar en el espectador de la manera más básica.
A nivel visual, Gélin opta por una puesta en escena colorida y dinámica, lo que le da un tono de cuento moderno. Este estilo visual encaja bien con la naturaleza optimista de la película, pero también refuerza esa sensación de "anuncio largo de televisión" que han señalado algunos críticos. La banda sonora, compuesta por canciones suaves y sentimentales, refuerza aún más los momentos lacrimógenos, pero en algunos casos peca de ser demasiado evidente.
Uno de los aspectos más criticados es la vuelta de tuerca final. Sin entrar en spoilers, es un giro que puede resultar impactante para algunos espectadores, pero que también puede parecer forzado y manipulador para otros. Este tipo de desenlaces dividen a la audiencia, ya que algunos lo ven como un recurso emocional válido y otros lo perciben como una forma burda de arrancar emociones.
En definitiva, Mañana empieza todo es una película emotiva y accesible, diseñada para conectar con el gran público a través de una historia conmovedora y actuaciones carismáticas. Sin embargo, su excesiva dependencia de los tópicos y su intención constante de buscar la lágrima fácil pueden hacer que pierda autenticidad y frescura. Aun así, quienes disfruten de melodramas familiares encontrarán en ella una propuesta entretenida y emotiva, ideal para una tarde en la que apetezca desconectar y dejarse llevar por las emociones.
(ENGLISH) Two Is a Family (Demain tout commence) is a French remake of the Mexican film Instructions Not Included. While it follows a familiar narrative structure, it manages to carve out its own identity largely due to the magnetic performance of Omar Sy. The story revolves around Samuel, a carefree man whose life takes a sudden turn when a former lover leaves a baby girl, Gloria, in his care. The film explores the evolving bond between father and daughter, balancing lighthearted moments with more emotional beats.
From the start, it’s clear that the film is crafted to tug at the audience’s heartstrings. The narrative is packed with sentimental moments that are sure to draw tears from viewers, though this approach may come across as manipulative to some. Director Hugo Gélin attempts to strike a balance between humor and drama, achieving a mix that works in some scenes but feels predictable in others.
The film’s strongest asset is the chemistry between Omar Sy and young actress Gloria Colston. Their interactions feel genuine and heartfelt, bringing warmth to the screen. Sy shines in emotional scenes, making his character endearing despite the somewhat stereotypical portrayal. Meanwhile, Colston’s natural performance avoids the usual pitfalls of child acting, bringing freshness and authenticity to her role.
However, the screenplay leans heavily on clichés and well-trodden tropes. The story follows a clear formula that dictates when the audience should laugh, cry, and feel moved. This calculated approach can make the film feel less spontaneous, leaving little room for genuine surprises.
Visually, Gélin opts for a bright, colorful style that gives the film a modern fairy-tale feel. This aesthetic suits the film’s optimistic tone but also reinforces the criticism that it resembles a long TV commercial. The soundtrack, filled with soft and sentimental tracks, amplifies the emotional moments, though at times it can feel overly obvious in its intentions.
One of the most divisive aspects of the film is its plot twist towards the end. Without giving away spoilers, the twist aims to be shocking and emotionally impactful. However, it may come across as forced or manipulative to some viewers, undermining the authenticity of the story.
In conclusion, Two Is a Family is a heartfelt and accessible film, designed to connect with a wide audience through its touching story and strong performances. Despite its reliance on familiar tropes and its tendency to seek easy emotional responses, it remains an enjoyable and moving experience for those who appreciate family dramas. It’s a film that invites viewers to disconnect from reality for a while and let themselves be carried away by its emotional journey.