Un submarino nuclear, al mando de un prestigioso general de la Unión Soviética, se interna en el Océano Atlántico con rumbo a los Estados Unidos. La CIA, que ignora si pretende atacarles o desertar de su país, encarga al agente Jack Ryan que se ponga en contacto con él para saber sus verdaderas intenciones. Fue la primera entrega de una saga sobre las aventuras de Jack Ryan, el brillante analista y agente de la inteligencia americana creado por Tom Clancy.
Jack Ryan es un veterano de guerra que lleva una doble vida: es un ejecutivo de Wall Street y además trabaja de forma encubierta como analista de la CIA. Cuando descubre un complot meticulosamente planeado para hundir la economía norteamericana y sembrar el caos en todo el mundo, deciden que él es el hombre más adecuado para impedirlo debido a su habilidad para interpretar datos globales. Jack tendrá que viajar a Moscú para intentar descubrir toda la verdad, porque de ello depende la vida de millones personas, pero eso implica moverse en un mundo en el que no puede fiarse de nadie.
Cuando el Almirante James Greer cae gravemente enfermo, Ryan es nombrado subdirector de la CIA. Su primera misión: investigar el asesinato de uno de los amigos personales del Presidente, un importante hombre de negocios vinculado al tráfico de drogas colombiano. Pero sin que Ryan lo sepa, la CIA ha enviado una fuerza paramilitar, dirigida por el temible Clark, contra el cártel colombiano. Atrapado entre dos fuegos, Ryan decide arriesgar su carrera y su vida por la única causa en la que aún cree: la verdad.
Jack Ryan, ya ex agente de la CIA, se encuentra en Londres junto a su esposa Catherine y su hija Sally. Todo transcurre sin problemas, hasta que es testigo presencial de un atentado perpetrado por miembros de un grupúsculo del IRA en contra de Lord William Holmes de la familia real. Jack interviene frustrando el objetivo del atentado y eliminando algunos de los terroristas, entre ellos Paddy Miller. Su hermano Sean Miller es detenido y condenado a prisión, sin embargo es rescatado por ese grupúsculo del IRA y reintegrado a su unidad.
Tras el secuestro de un líder religioso musulmán por tropas norteamericanas, Nueva York se convierte en el objetivo de una serie de atentados terroristas. Anthony Hubbard, el director del equipo antiterrorista del FBI, y la agente de la CIA Elise Kraft serán los encargados de acabar con la organización criminal. Mientras tanto, el gobierno decide declarar la ley marcial en la Gran Manzana.
Un estadounidense, interpretado por Jim Caviezel, es secuestrado después de que un amigo lo invita a El Cairo para hablar sobre los recientes levantamientos militantes. Su esposa se dirige a la ciudad después de escuchar la noticia, decidida a recuperarlo.