Es 24 de diciembre, víspera de Navidad. En una casa tranquila en San Isidro donde vive un matrimonio con su pequeña hija, un ladrón espera su momento para entrar a robar. Para su sorpresa, se encontrará primero con el amante de la señora de la casa al cual obligará a participar en el robo. Lo que no sabe, es que la pequeña de la casa al verlo lo confundirá con Papá Noel y le pedirá cumplir su lista de deseos navideños.
Cuando un equipo de mercenarios irrumpe en Nochebuena dentro de un complejo familiar adinerado y toma como rehenes a todos los que están dentro, no estaban preparados para un defensor sorpresa: Santa Claus (David Harbour) está en el edificio y a punto de demostrar por qué este Santa Claus, no es ningún santo.
Martin Riggs es un policía de Los Ángeles con tendencias suicidas. Su compañero Roger Murtaugh es un veterano y responsable policía y padre de familia. Juntos intentan frustrar una operación de contrabando de droga. Al mismo tiempo, a pesar de sus diferentes caracteres, se harán buenos amigos
Después de un trabajo complicado, Harry, el jefe londinense de ambos, les manda a descansar dos semanas a esta ciudad. Sintiéndose totalmente fuera de lugar entre la arquitectura gótica, los canales y las calles adoquinadas, los dos asesinos pasan el día haciendo de turistas. Ray, que no consigue olvidar las brutales imágenes de su último trabajo en Londres, odia la ciudad.