**El reino de Wes**
Qué inteligente e interesante homenaje a la adolescencia.
Usando un estilo que ya se ha encasillado como _suyo_, Wes Anderson transmite sensibilidad y ternura con movimientos de cámara imposibles, texturas _"burtonianas"_ y planos figurativos y perfectamente simétricos a lo hermanos Coen.
Anderson no se inventa, por lo tanto, nada de nada, pero qué bien lo hace y cómo engancha.
Usando el tópico americano de los Boy Scouts como eje central del mundillo pueril, la historia pretende transmitir, con mucha sutileza pero mordaz elocuencia, la podredumbre a la que nos vemos abocados los adultos cuando olvidamos que también hemos sido niños, que hemos babeado con un primer beso y experimentado una incipiente sexualidad.
Ternura e inocencia frente al adulterio y la maldad de la burocracia mental. No te la pierdas.