Primavera de 1958. La joven Rose Pamphyle vive con su padre, un viudo cascarrabias que dirige la tienda del pueblo. Comprometida con el hijo del mecánico local, parece destinada a la vida tranquila y monótona de un ama de casa. Pero no es eso lo que ella desea. Cuando viaja a Lisieaux, en Normandía, para una entrevista de trabajo en una agencia de seguros, el resultado es desastroso. Pero Rose tiene un don especial, puede mecanografiar a una velocidad endiablada.
Lee Holloway tiene el peor de los currículum cuando decide solicitar un empleo de secretaria en el bufete de abogados de E. Edward Grey. Basta con decir que acaba de salir de una institución psiquiátrica y que, tan sólo un día después de volver a estar con su disfuncional familia de barrio periférico, ha recaído ya en su hábito secreto e inconfesable. Pese a que nunca en su vida ha tenido trabajo, Lee resulta finalmente contratada por el Sr. Grey, un misterioso abogado. Al principio el trabajo parece normal: mecanografiar cartas, archivar documentos y hacer el café; pero Lee y el Sr. Grey no tardan en embarcarse en una relación mucho más estrecha e íntima; una relación que haría sonrojar a cualquier jefe de personal.
El rebelde Danny Zuko y la inocente australiana Sandy mantienen un romance durante las vacaciones, creyendo que no se volverán a ver; sin embargo, para sorpresa de ambos, se reencuentran en la escuela secundaria al empezar el nuevo año escolar.
Cuatro personas, dos hombres y dos mujeres, mueren en un accidente de autobús, y sus almas se convierten en los amigos invisibles de un niño que nace en el mismo momento en que ellos mueren. Treinta años después, los cuatro personajes utilizarán el cuerpo de su amigo para resolver aquellas cosas que dejaron pendientes y que les permitirá hacer el viaje final.
A Lansquenet, un pueblo francés muy tradicional, donde nada ha cambiado en los últimos cien años, el Viento del Norte lleva consigo a dos forasteras: Vianne Rocher y su hija Anouk. Vianne inaugura una chocolatería repleta de dulces capaces de despertar los ocultos apetitos de los habitantes del pueblo. Posee, además, un don especial que le permite percibir los deseos de los demás y satisfacerlos con el dulce exacto.
Lorelei y Dorothy son dos cantantes que hacen un crucero desde los Estados Unidos a París. Una rubia y otra morena, con su belleza y encanto seducirán a todo el pasaje. Lorelei tiene el objetivo de casarse con un millonario, pero hay un inconveniente: tiene un novio cuyo padre contrató un detective para descubrir su juego.