Li Ronan transgrede un tabú religioso y queda maldita. Seis años después, se ve obligada a afrontar las consecuencias de sus actos que ahora recaen sobre su hija.
Marc Senter interpreta a Frankie, un joven con aspiraciones a convertirse en estrella del rock que cuida de su madre enferma y que lleva largo tiempo separado de su novia. Una noche de borrachera, comparte con sus amigos a la joven Erica para descubrir más tarde que tiene VIH positivo. Para los ojos de Frankie, solo hay una persona a la que culpar.