Ambiente cultural, literatura, música; Jim Jarmusch nos regala una perla relajante para ver en compañía de gente interesante y poder comentar tras los títulos de crédito. Presenta ciudades tan dispares como Tánger o Detroit, siempre de noche, con personajes en los que su carácter vampírico es lo de menos, pero no así su larga vida y testimonio de alguno de los principales acontecimientos culturales desde el siglo XV. El filme sirve de crítica a nuestro modelo económico y tecnológico y denuncia la contaminación de nuestro entorno y nuestra sangre. Recomendable para mentes abiertas.