Alien: Covenant is a mix of classic Alien elements and Prometheus-style dialogue and pretentiousness. The film features the return of classic Alien monsters such as the bursters, chest bursters, face huggers, Xenomorphs, and Neomorphs, as well as familiar claustrophobic settings. Set 10 years after the events of Prometheus, the film follows the crew of the USCSS Covenant as they head towards a paradise planet, but a catastrophe causes them to deviate to a new planet where they encounter the monstrous Neomorphs and the return of the Xenomorph. The film boasts stunning visuals and cinematography, intense action and gore, and a strong cast, but suffers from heavy and overly technical dialogue, a slow pacing in the first act, and predictable plot twists.
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Alien: Covenant es una mezcla de elementos clásicos de Alien y diálogos y pretensiones al estilo de Prometheus. La película presenta el regreso de los monstruos alienígenas clásicos, como los bursters, chest bursters, face huggers, Xenomorphs y Neomorphs, así como escenarios claustrofóbicos familiares. Ambientada 10 años después de los eventos de Prometheus, la película sigue a la tripulación del USCSS Covenant mientras se dirigen hacia un planeta paradisíaco, pero una catástrofe hace que se desvíen a un nuevo planeta donde se encuentran con los monstruosos Neomorphs y el regreso del Xenomorph. La película cuenta con imágenes y cinematografía impresionantes, acción intensa y gore, y un elenco fuerte, pero adolece de diálogos pesados y demasiado técnicos, un ritmo lento en el primer acto y giros de trama predecibles.
**Prometheus tuneado**
Esta es, en realidad, una secuela de _Prometheus_ que Ridley Scott ha querido lanzar con el prefijo _"Alien"_ para mayor gloria en las taquillas.
Pero, tal y como sucediera con esa cinta del 2012, _Covenant_ falla estrepitosamente en la construcción de los personajes, gélidos, distantes, sin personalidad, mientras la frialdad de la técnica digital se domina a la perfección.
No es aburrida, ni siquiera es mala. Es una simple consecución de escenas impecables cuyos protagonistas ven totalmente castradas sus posibles dotes interpretativas, si las hubiere.
Lo único que me ha quedado muy claro, cristalino, es que Ridley Scott no levanta cabeza.