Un joven con la cara magullada es descubierto en un aeropuerto. Dice llamarse Adrien Legrand, un niño que desapareció hace 10 años. Para su padre, Vincent, esto supone el final de una larga pesadilla y lo lleva a casa. Simultáneamente, se suceden una serie de horribles asesinatos en la región.
Thriller posapocalíptico en el que una mujer y sus dos hijos, estos con los ojos vendados, navegan río abajo tras una sangrienta invasión alienígena de la Tierra intentando evitar a las criaturas extraterrestres. Cuando algo misterioso diezma la población mundial, solo se sabe una cosa: si lo ves, te suicidas. Malorie (Sandra Bullock) deberá huir junto a sus dos hijos por un caudaloso y traicionero río, rumbo al único sitio que parece ofrecer refugio. Pero para sobrevivir, deberán completar el peligroso viaje de dos días con los ojos vendados.
Carrie White, una adolescente a la que sus compañeros humillan constantemente, posee poderes psíquicos que se manifiestan cuando se siente dominada por la ira. El día del baile de graduación la situación llega a ser insoportable.
Louis Creed, su esposa y sus dos niños se instalan en una vivienda próxima a una carretera con mucho tráfico. Cerca de la casa hay un sendero que lleva a un cementerio de animales y también a un antiguo cementerio indio; según la leyenda, los que sean enterrados allí volverán a la vida. Cuando uno de los niños muere atropellado por un camión, Louis decide enterrarlo en el cementerio indio.
Durante décadas, los habitantes de Daggerhorn mantienen un pacto con el hombre lobo: para saciar su apetito, le ofrecen un animal cada mes, hasta que la bestia incumple el pacto y devora a un ser humano. Una mujer sospecha quién es el licántropo.
Tras un horrible accidente de tráfico, la joven Anna (Christina Ricci), a la que dan por muerta, despierta y se encuentra a Eliot Deacon (Liam Neeson), el director de la funeraria, preparándola para ser enterrada. Confusa y aterrorizada, Anna descubre que Eliot puede comunicarse con los difuntos. Atrapada en la funeraria y condenada a aceptar su propia muerte, intentará escapar de semejante pesadilla con la ayuda de su novio Paul (Justin Long).
Una mujer que lleva una vida tranquila en una granja con su hija debe enfrentarse a su pasado cuando llegan de Corea los restos de su madre, con quien no tenía relación.
Una joven se muda a un nuevo apartamento con su prometido y se ve atormentada por la sensación de ser acosada por un vigilante invisible en un edificio adyacente.
Justine es una joven que se ha criado en una familia donde todos son vegetarianos y veterinarios. Al ingresar en la facultad de veterinaria, la joven ve como todo su mundo se rompe y descubre otra realidad decadente y seductora. Obsesionada por encajar entre sus compañeros, se aleja de sus principios y come carne cruda por primera vez. Las consecuencias de este acto llegan pronto, y la joven descubrirá su verdadera naturaleza.
Seis años después de la violenta muerte de su marido, Amelia (Essie Davis) no se ha recuperado todavía, pero tiene que educar a Samuel (Noah Wiseman), su hijo de seis años, que vive aterrorizado por un monstruo que se le aparece en sueños y amenaza con matarlos. Cuando un inquietante libro de cuentos llamado “The Babadook” aparece en su casa, Samuel llega al convencimiento de que el Babadook es la criatura con la que ha estado soñando. Entonces sus alucinaciones se hacen incontrolables y su conducta, impredecible y violenta. Amelia, cada vez más asustada, se ve forzada a medicarle. Pero, de repente, empieza a sentir a su alrededor una presencia siniestra que la lleva a pensar que los temores de su hijo podrían ser reales.
Cuando un grupo de veinteañeros adinerados planea una fiesta del huracán en una remota mansión familiar, un juego se vuelve mortal en esta historia de puñaladas por la espalda, falsos amigos y una velada que sale muy, muy mal.