El comienzo de una cosa puede ser el resto de todo.
Charlie es un genio y abiertamente gay, y Nick es un jugador de rugby con un gran corazón. Un día, sus destinos se cruzan cuando deben sentarse juntos, comenzando así una amistad en la que Charlie, sin esperarlo, se enamora perdidamente de Nick, aunque ve imposible que surja algo entre ellos.
Nick —en una relación cada vez más madura con Charlie— considera contarle a Imogen que es bisexual, pero es mucho más difícil de lo que creía. Elle intenta coquetear con Tao.
Los padres de Charlie se ponen estrictos ante sus bajas calificaciones. Tao está celoso de las nuevas amistades de Elle. El hermano de Nick invade su privacidad.
En una fiesta, Nick intenta revelarles a algunos de sus compañeros de equipo que es bisexual. Tao planea la cita perfecta. Ocurre un momento incómodo entre Tara y Darcy.
Durante el viaje escolar a París, Nick y Charlie intentan mantener su relación oculta. Elle y Tao se reencuentran en un museo. Imogen le hace frente a Ben.
En su último día en París, Nick le presenta a Charlie a su padre. Elle y Tao formalizan su relación. La verdad sale a la luz en una fiesta repleta de sorpresas.
Elle le oculta a Tao una gran noticia, Ben insiste en que Charlie lo perdone, e Isaac se sincera con James. Nick invita a Charlie a una cena familiar muy tensa.
El grupo se reúne en un baile escolar con una temática muy adecuada: «verano de amor». Pero una ausencia importante hace que la celebración se sienta incompleta.