_**ME ABRUMA EL CINE DE TERROR CONVENCIONAL**_
Cuando fui a ver la primera parte estaba motivado con que iba a ser la que pondría un punto y aparte en el cine de terror de los últimos años, y que gracias a esta volviera a renacer la esperanza de no dejar de ver este género. No fue mala sino demasiado previsible para lo emocionado que estaba, me llevé un gran chasco. Me decepcionó. Llevó a un origen, un desarrollo y una conclusión no muy original, solamente una película más, olvidable en el terror.
Y ahora viene la muy esperada segunda parte. Doy siempre segundas oportunidades, a todo, desde las segundas partes de películas hasta a las personas que me decepcionan, quizá eso debería remediarlo, cómo Dios debería también hacer en algunos casos. Michael Chaves se mueve otra vez por el mismo campo convencional y repetitivo, aunque me transmite cierta inquietud y mejora en el relato, noto autenticidad en algunos momentos muy exquisitos tanto cómo en otros se me revuelve el estómago por las razones anteriores. Extiende también el protagonismo, para más personajes interesantes (Debra y Sophie) aparte de la hermana Irene, que cómo siempre fabulosa, tanto en la primera cómo en la segunda.
No me disgusta el punto de inflexión que ocurre con Valak, aunque se echa de menos el comportamiento que obtenía en la abadía; los sustos en los pasillos y los encontronazos repentinos (sus jueguecitos de infarto). Tampoco me quejo de la búsqueda de la reliquia si eso supone más trama y que de jugo, me lo da cómo el poder de la sangre de cristo, aunque no trago la táctica del vino en el final, me parece tan repetitivo cómo irracional.
La Monja II es otra película simplista con tonos originales que salen de su zona de confort, las cuáles me dan la esperanza de que el universo Warren siga en la suya siempre innovando dentro del buen terror y lo racional desde la ficción
_**RICARDO VALERO, SEPTIEMBRE 2023, ESPAÑA.**_